Cada vez hay más personas que sufren problemas de ansiedad o depresión y que recurren a los psicofármacos para afrontar el día a día. En muchas ocasiones, padecen cuadros de ansiedad o depresión leves o moderadas, pero que restan calidad de vida e impiden que realicen una vida normal. Una forma de combatir estos problemas es con medicamentos, como los antidepresivos, los tranquilizantes para estar más relajados durante el día, somníferos para conciliar el sueño… cuyo consumo se ha disparado en los últimos años. En estos casos leves y moderados «el psicofármaco solo no resuelve nada, simplemente anestesia el malestar”. De todos modos, es cierto que cuando una persona sufre una depresión grave puede ser necesario que tome medicación, aunque sea para poder realizar un tratamiento psicológico.

Los psicofármacos no son la única opción para combatir los problemas de ansiedad o depresión leves o moderadas. Hay otros caminos que pueden ser una alternativa a la medicación o que, incluso, pueden complementarse con esta.

El tratamiento psicoterapéutico ha demostrado una gran eficacia para mejorar la salud mental. «La terapia psicológica permite afrontar los conflictos y profundizar en las dificultades que se tienen para hacerles frente y resolverlos. Y, además, fortalece a la persona para futuros estados estresantes de la vida».

La terapia cognitivo-conductual (uno de los tratamientos psicológicos más comunes) es eficaz a corto plazo y más eficiente a largo plazo que los medicamentos para la depresión leve y moderada y los problemas de ansiedad.

Por otro lado, hay opciones de estilos de vida que también ayudan a combatir estos cuadros en sus formas leves o  moderadas. Una de ellas es el deporte. Hacer ejercicio físico puede resultar muy eficaz para combatir la depresión en casi la mitad de los pacientes que sufren este problema. El movimiento físico activa los deseos, la fisiología y el cuerpo. Y el mejor deporte que puede realizar una persona es el que más le guste. Si puede ser, al aire libre.

Asimismo, es de gran importancia seguir hábitos de vida saludables como comer bien y dormir bien para que, por lo menos, la ansiedad o la depresión no empeoren. Y es fundamental cuidar las relaciones personales. Muchas personas que sufren estos problemas tienden a encerrarse en sí mismas, lo que dificulta que puedan mejorar, sin embargo en un porcentaje elevado, la felicidad de uno depende de la calidad de sus amigos.

Efectos secundarios de tranquilizantes y antidepresivos; A pesar de que los psicofármacos pasan por numerosos controles antes de ser aprobados y comercializados, estos medicamentos no están exentos de riesgos y pueden ocasionar efectos secundarios.

Los tranquilizantes pueden causar adicción si se toman durante demasiado tiempo. Además, tras mucho tiempo de consumo, hay personas que necesitan ingerir una dosis más elevada para que les haga el mismo efecto. También pueden provocar somnolencia y, por tanto, dificultar el desempeño de las tareas cotidianas.

Por su parte, los antidepresivos tienen a náuseas, insomnio y falta de apetito sexual entre sus consecuencias indeseadas.

Articulo publicado en el Diario «El Económico»  24/03/2017  www.eleconomico.es

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