Aunque tengamos cuarenta años e hijos propios, que nuestros padres nos digan que se separan es una noticia que impacta, porque al final es un cambio en la propia estructura de nuestra vida. Incluso aunque no vivamos con ellos, supondrá un cambio en nuestras rutinas.

Preocupados por los efectos que la separación pueda tener en los hijos, los sentimientos de culpa abundan entre los padres que deciden divorciarse. Qué duda cabe que el divorcio puede suponer una experiencia dolorosa para los hijos. Con el cese de la convivencia entre los padres desaparece una determinada forma de vida en familia.

Los hijos necesitan que los padres les comuniquen a tiempo y de forma adecuada que van a divorciarse. Informarles de esta decisión supone un primer ejercicio de cooperación entre los padres, que puede contribuir a sentar las bases de la relación parental post-divorcio.

La noticia de que sus padres se van a separar produce un gran impacto emocional en los hijos, y no existe un discurso capaz de anestesiar el dolor que este anuncio les va a causar. No podemos recurrir a la improvisación para comunicar un cambio de tal magnitud, sino que debemos elaborar nuestro relato con detenimiento. Los niños necesitan tiempo para asimilar la decisión de sus padres.

 Ideas clave para ayudar a los niños a afrontar el “duelo”:

  1. Informar a los hijos: Sea cual sea la edad de los niños, ellos necesitan de las explicaciones de sus padres, y están capacitados para aceptar la realidad que les toca vivir. Sin embargo, es aconsejable proporcionarles cierto margen de tiempo para poder asimilar la noticia y comunicarles la decisión antes de que uno de los progenitores deje el hogar conyugal.
  2. Presentar la ruptura como una decisión conjunta: Compartir la responsabilidad de notificar la decisión y presentar un discurso único, facilita la adaptación de los hijos a la nueva situación.
  3. Dejar muy claro que se rompe la relación como pareja, pero no el vínculo de padres-hijos. Es fundamental, por tanto, tranquilizarles al respecto y explicarles que la pareja se divorcia como marido y mujer, pero que ellos no van a perder a sus padres.
  4. Los hijos necesitan poder seguir amando a sus padres: Del mismo modo que precisan tener la seguridad de que sus padres seguirán amándolos después de la separación, los hijos necesitan saber que podrán seguir amando a ambos padres, es decir, que no tendrán que elegir a uno de ellos.
  5. Prestar atención al lenguaje verbal y no verbal: Conviene utilizar un tono sereno y evitar los dobles mensajes.
  6. Informar de las discusiones y de los conflictos que han podido motivar la ruptura, sin entrar en detalles.
  7. Asegurar a los hijos que no tienen ningún tipo de responsabilidad en la ruptura.

La capacidad de los niños para afrontar la separación es fortalecida cuando ven que el divorcio tiene un propósito, es una solución estudiada con cuidado a favor de la familia y se hace desde el respeto mutuo entre padres.

Articulo publicado en el Diario «El Económico»  24/02/2017  www.eleconomico.es

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