Problemas de Pareja o Familia
Mantener una relación de pareja o de familia a largo plazo es muy complicado, y es normal que surjan problemas.
Una relación de pareja debe estar basada en el amor, en el placer de intercambiar con el otro lo que uno es y lo que siente, de manera completa y libre. Y para ello es imprescindible un elemento: el respeto. Respeto ante todo, tanto a uno mismo como hacia el otro miembro de la pareja. A pesar de que en una relación sana caben las diferencias y las discusiones, como cierto grado de conflicto pasajero, no hay lugar para la falta de respeto. En pocas palabras: sin respeto, no hay amor.
Otro elemento clave es la libertad, para uno mismo como para el otro, además de igualdad, deseo genuino de compartir aspectos importantes de la vida y un grado de compromiso basado en el querer cuidarse uno mismo y también al otro a nivel afectivo.
Si se está a gusto con la vida de pareja, en general, es una relación sana. Sin embargo, a veces aparece sensación de apatía, agobio, aburrimiento o de control y no se hace nada con ello, aparte de quejarse, tendríamos que buscar de dónde surgen estas impresiones y si están relacionadas con la relación o con uno mismo, con temas personales sin solucionar y que se proyectan en la pareja.
A modo de resumen, una relación de pareja es sana cuando:
- Se siente amor y respeto por el otro, y uno se siente amado y respetado por el otro miembro.
- La pareja se comunica a través del diálogo, no hay violencia, discusiones continuas o reproches.
- Se disfruta de pasar tiempo juntos, a solas, y también en compañía de otros, del mismo modo que cada uno disfruta de hacer actividades individualmente o con otras personas sin la pareja.
- Se expresa y se recibe afecto mutuo a través de contacto corporal agradable y sexualidad compartida placentera.
- Se afrontan los problemas y dificultades de la relación con responsabilidad personal y compartida.
- Se siente que la libertad personal y el compromiso hacia el otro están equilibrados.
- Se puede apoyar a la pareja y viceversa cuando la situación lo requiere.
En definitiva, una persona tiene una relación de pareja sana cuando está con otra persona porque quiere estar y disfruta con ello, y no porque la necesite para sentirse segura, valiosa o completa.
Se rompe la comunicación, no se resuelven los problemas comunes, no se distribuyen las tareas, y no se comparten momentos felices y placenteros … Si te encuentras en un momento así no dudes en venir al gabinete psicológico Vicenta Enguix