Fobias

 

Diferencias entre miedo y fobia

El miedo se define como la angustia experimentada ante un riesgo o daño real o imaginario.

Así, pues, los miedos normales son simplemente señales de alarma que, tienden a evitar situaciones que pueden resultar peligrosas.

El miedo y fobia se diferencian básicamente en su intensidad y en sus consecuencias. El miedo suele aparecer ante una circunstancia concreta que objetivamente representa algún peligro real. El miedo guarda una proporción adecuada al peligro o la amenaza. Por el contrario, la persona fóbica, siente un miedo mucho más intenso, que no guarda relación con el objeto que lo produce. Además, la persona con fobia suele reconocer que su miedo es irracional.

 

¿Por qué tengo fobia?

Las causas del desarrollo de una fobia no están claras, pero las investigaciones sugieren que existen ciertos factores genéticos y ambientales que favorecen la aparición de la fobia.

No obstante, hay ciertas situaciones en las cuales se puede identificar la posible causa de una fobia, estas situaciones son en las que la persona, por distintos motivos, está sometida a estrés. Una de las causas posibles por las que surge una fobia específica es que la persona haya sufrido una experiencia traumática en su infancia, después la persona asocia esa experiencia al objeto que le causa temor. Esta asociación puede ser directa o indirecta. Es directa cuando ha sido ese objeto la causa misma que desemboca en una fobia: por ejemplo, un niño es mordido por un perro, y a consecuencia de ello el niño crece y se convierte en un hombre con fobia a los perros. La asociación es indirecta cuando el temor aparece desplazado: es decir, el sujeto no vive en primera persona la experiencia traumática, pero ve a otra persona en esa situación, o recibe información a través de una película, etc.

No obstante, no todas las personas que vivan o vean una experiencia traumática, desarrollarán una fobia. Algunos científicos se preguntaron esto al ver que, en muchos casos, los hijos repiten la fobia de los padres: por ejemplo, una madre con fobia a las arañas les transmite a sus hijos su propio miedo a las arañas. Sin embargo, no se trata de herencia genética, sino que simplemente se trata de un comportamiento aprendido.

Las personas que padecen una fobia no suelen recordar las causas de la misma, especialmente cuando se trata de fobias específicas. Otras veces, en cambio, pueden recordar uno o varios sucesos que los llevaron a ellas.

 

Tipos de fobias más comunes:

Agorafobia

Miedo intenso a los espacios abiertos (zonas de estacionamiento, mercados, etc.). Además, el miedo va acompañado de alguno de los siguientes síntomas: Miedo al uso del transporte público (automóviles, autobuses, aviones, etc.), a estar en sitios cerrador (tiendas, teatros, cines), a hacer cola o estar en medio de una multitud y/o miedo fuera de casa solo.

La persona con agorafobia evita estas situaciones debido a la idea de que escapar podría ser difícil o podría no disponer de ayuda si aparecen síntomas de pánico.

Este trastorno puede llegar a ser muy incapacitante y dificulta el normal funcionamiento de la persona tanto a nivel laboral, familiar o social.

Claustrofobia

La Claustrofobia es un miedo intenso a los lugares cerrados. La mayoría de los espacios claustrofóbicos conllevan un riesgo de quedarse encerrado (por ejemplo, en un ascensor), así como una restricción del movimiento. Por lo tanto, l

as situaciones que se evitan son ascensores, túneles, el metro, habitaciones pequeñas, etc. Los miedos más frecuentes son quedarse encerrado o no poder respirar y asfixiarse. Como en otras muchas fobias, la persona reconoce que el miedo es irracional, pero seguirá evitando esos espacios cerrados.

Entre un 2 y un 5% de la población general sufre claustrofobia.

Además de la Claustrofobia y la Agorafobia, también son comunes las siguientes: Fobia social: La fobia social es un temor continuo e incontrolable a enfrentar determinadas situaciones sociales. Hematofobia: Miedo a la sangre, Aracnofobia: miedo a las arañas, Aerofobia: el tan común miedo a viajar en avión, Acrofobia: miedo a las alturas, Necrofobia: miedo a la muerte, etc.

El tratamiento de elección para las fobias es el de la Terapia de Exposición. En este tipo de terapia, el paciente va enfrentándose con la situación temida, en pasos graduales y progresivos.

 

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